Como consultora especializada en selección de personal, mi trabajo es encontrar el equilibrio entre las necesidades de mis clientes y las historias de vida de aquellos que buscan empleo.
La selección no es una tarea fácil ni liviana. Cada día, me encuentro con personas que llevan arrastrando historias duras, llenas de lucha y perseverancia. Al mismo tiempo, tengo objetivos y requerimientos especificos que satisfacer para clientes, que a menudo buscan perfiles específicos que no siempre coinciden con las personas que tengo delante.
Es un acto (o arte) de equilibrio constante. Por un lado, siento una profunda empatía por las personas que buscan empleo. Por otro lado, tengo la responsabilidad de cumplir con las expectativas de mis clientes.
Aislandome de las Historias de Vida
Uno de los aspectos más difíciles de mi trabajo, el cual, por otra parte, amo con locura, es aprender a aislar las historias de vida de las decisiones profesionales. Cada persona que entra por mi puerta tiene una historia que contar (tambien se las inventan). Algunas de estas historias son desgarradoras, y es difícil no dejarse afectar. Al fin de cuentas ¿Quien no tuvo un momento dificil en su vida? ¿Quien no deseo ser interpretado y cobijado en esa instancia?
Sin embargo hacer mi trabajo de manera efectiva, requiere olvidarme de todo y aprender a separar las historias personales de las habilidades y capacidades profesionales. ¿Facil? NO , pero absolutamente necesario.
Al final del día, cuando apoyo la cabeza en la almohada y miro el techo, muy a menudo me siento culpable. LA CULPA es un sentimiento inquietante, te habla al oido pero a la vez hay un extremo defensivo de mi narrativa que resuelve con frases como: «No puedo ayudar a todos» giro nuevamente la cabeza para un costado y llega el pensamiento de que al mismo tiempo estoy cambiandole la vida a muchas otras personas que encuentran, gracias a mi vocacion, un trabajo que les permite hacer carrera, conocer, aprender y claramente alcanzar sus metas economicas. Caigo rendida y duermo para enfrentar un nuevo dia, un ratito antes de que salga el sol.
En fin, la seleccion de personal es un trabajo muy duro, no solo se trata de mirar curriculums y ver si hay match entre lo que me piden y lo que me encuentro en el mercado. Es tener la posibilidad de cambiarle la vida a la gente pero decidir en cierto punto a qué gente. Esa posibilidad me la tomo con la mayor de las responsabilidades y me hago cargo muchas veces hasta con mi salud, porque el paredon siempre es el cuerpo que se resiente , pero con los años uno se va volviendo fuerte, la experiencia crece cada vez mas y la gratificacion de ayudar no solo a las personas sino A LAS EMPRESAS, hace que todo valga la pena.
La palabra «gracias» se queda corta para tí. Es un placer poder contar con una persona tan entregada e inteligente cómo tú.
Sigue brillando y demostrado tú excelencia profesional. ✨
Muchas gracias Rocío por tu mensaje y sobre todo por tu compromiso a lo largo de los procesos de selección en los cuales has participado.
Seguimos en contacto y trabajando para que llegue ese desafío laboral tan esperado.
La predisposición, la calidez y el compromiso con el que realizan cada etapa del proceso de selección, no solo hacen que el trabajo sea eficiente, sino que sea humano y reconfortante.
Y ustedes marcan la diferencia.
Gise: ya perdí la cuenta el tiempo que nos conocemos y las distintas relaciones laborales que nos han atravesado.
Gracias por tu devolución, el no perder la calidez y el trato personalizado es nuestro norte… que se note y encima lo ponderen significa que vamos por buen camino.
Interesantísima reflexión, ayuda al autoconocimiento y al trabajo conciente. Gracias Vale querida!
Muchas gracias Edit por tu comentario, pensé que lo había respondido pero quedó en mi cabeza solamente y mejor tarde que nunca para decirte que es un placer cada vez que trabajamos juntas, el aprendizaje colaborativo es por demás enriquecedor.
Sos una gran profesional pero aún mejor persona y eso es significativo a esta altura de nuestro recorrido laboral